BlogESfera. Directorio de Blogs Hispanos escritos -reflexions variades-: agosto 2013

miércoles, 28 de agosto de 2013

Independentismo: algunas explicaciones

Creo que, llegados a este punto, se debería poder explicar en castellano por qué gran parte del pueblo catalán ha decidido emprender la senda independentista. No hay un motivo exclusivo, sin embargo, la conjunción de diversos aspectos pueden dar con alguna explicación ¿Por qué esta nueva posición del pueblo catalán? En primer lugar, habrá que mirar la historia reciente entre Catalunya y España.
Recordemos los hechos. El Parlament de Catalunya, donde reside la voz del pueblo catalán, votó por amplia mayoría un nuevo Estatuto de Autonomía. El famoso Estatut siguió su tramitación pasando por las Cortes españolas donde fue significativamente modificado para lograr que éste encajara con la Constitución. Tras alcanzar, finalmente, un acuerdo in extremis entre PSOE y CiU el Estatut ya reunía el quórum parlamentario requerido y fue entonces sometido a referéndum donde recibió el apoyo de la gran mayoría de los electores catalanes. Catalunya había hablado.
Sin embargo, en julio de 2010 el Tribunal Constitucional resuelve un recurso de inconstitucionalidad presentado por el PP, fallando en contra de la constitucionalidad de  artículos muy significativos del texto estatutario y reinterpretando la gran mayoría de ellos en términos restrictivos. En ese instante se produjo una gran detonación. La voz del pueblo catalán y su relación con España no estaban acordes con los principios básicos ordenadores del propio Estado español. El pueblo catalán empezó a encontrarse ante un callejón sin salida.
Las reacciones desde Catalunya no se dejaron esperar. Pero ¿por qué los catalanes no se amoldan a lo que dicta la Constitución española y no ceden a ella? Porque la voluntad del pueblo ante el cambio de relaciones era muy firme y, ya hacía tiempo que había síntomas de incomodidad con el viejo status quo. Así, desde una de las posiciones se propone un nuevo camino para trazar juntos. Sin embargo, la cerrazón de la otra sigue imponiendo la vieja y obsoleta vía por el que el otro no quiere andar más. La reacción ha acabado siendo la búsqueda de un camino propio y ajeno. Y así lo ha hecho Catalunya.
Por otro lado, ha sido evidente que la comprensión que se ha mostrado el resto de España respecto a las reclamas catalanas ha sido exageradamente nula y ello se ha traducido en descalificaciones de gran calado, que no han hecho más que exagerar el sentimiento de los catalanes de querer romper la senda caminada junto a España. No puede sostenerse un matrimonio donde uno está sometido a insultos y vejaciones.
Y, lógicamente, siempre habrá quien dirá que esto lo empezaron los catalanes con su espíritu de grandilocuencia. No lo creo cierto en absoluto; Catalunya simplemente ha expresado un modo de ver las cosas que, como se ha dicho, cierto es que cada vez es más tendente al independentismo. Pero no por ello hay que faltar el respeto a nadie y menos a un colectivo como es el pueblo catalán. No obstante, quiero acabar este párrafo con un apéndice; pues a veces ciertos sectores del independentismo han faltado el respeto a las enseñas españolas. Para nada puedo compartir esta posición y no creo que sea la mayoritaria en Catalunya. En todo caso, ningún insulto debe escudarse en estos episodios que en nunca deben ser representativos de la totalidad del pueblo catalán.
Se ha hablado también del independentismo sobrevenido por cuestiones económicas. Cierto es que Catalunya es contribuyente neto respecto al conjunto del Estado, pero también sucede lo mismo con Madrid y Baleares, y no reclaman la independencia. Así, se puede aceptar que el factor económico pueda ser relevante pero solo cuando ya hay un poso muy marcado generado por otros motivos.
En este sentido, cabe tener en cuenta algo muy fundamental: Cataluya dispone de lengua, cultura e insignias propias. Así, cabe destacarse que las personas, por esencia, necesitan sentirse vinculadas a un lugar y, a su vez, a una comunidad. Esto es así en todo el mundo, incluso en aquellos que se declaran netamente antinacionalistas –hecho que yo llamo la “falacia antinacionalista”-. La razón de este vínculo no debe ser excluyente –aunque en muchos casos, cierto, lo ha sido- y quien se vincula a algo concreto no debe odiar a lo distinto, pues gracias a esa distinción se genera, en muchos casos, cultura.
Es por ello que en Catalunya, hay un gran arraigo hacia elementos culturales propios y diferentes a los que puede representar España. En este sentido es perfectamente legítimo que las personas puedan sentirse más o menos vinculadas a lo que pueda representar Catalunya o España. Asimismo, creo que es un motivo sencillo de entender, que hay personas que se identifican solamente con Catalunya, hecho que no debería llevar asociados más problemas. Sin embargo, la mera vinculación con una realidad cultural concreta sigue siendo motivo de insultos y vejaciones, hecho que lo único que genera es cada vez más sentimiento de desarraigo respecto de España y, consecuentemente, un aumento del sentimiento independentista.